¿EN SOLIDARIDAD CON QUIÉN?

Un pequeñísimo resumen:

Noviembre de 2013, Barcelona, “Operación Columna”: Se sucede el primero de lo que se convierte en una serie de golpes represivos hacia el movimiento anarquista y anti-autoritario. Cinco personas son detenidas, dos de ellas – Mónica y Francisco –  encarceladas. A día de hoy, tras más de dos años en acaban de ser condenados a 12 años de prisión.

Diciembre de 2014, Barcelona y Madrid, “Operación Pandora”: Segundo golpe represivo al anarquismo. Once personas detenidas, seis de ellas enviadas a prisión preventiva durante aproximadamente dos meses.

Marzo de 2015, Madrid, Barcelona y Palencia, “Operación Piñata”: Tercer golpe represivo. Quince personas detenidas, cinco de ellas enviadas a prisión entre dos y tres meses. 24 personas más fueron detenidas acusadas de “allanamiento de morada y resistencia” por tratar de arreglar las puertas rotas durante los registros.

Octubre de 2015, Barcelona, Operación “Pandora 2”: Cuarto golpe represivo. Nueve personas detenidas. Una de ellas enviada a prisión durante algo menos de un mes.

Noviembre de 2015, a penas 6 días después del anterior, quinto golpe represivo, “Operación Ice”: Seis personas detenidas, dos de ellas enviadas a prisión preventiva. Uno de ellos salío después de pasar alrededor de un mes en prisión. La otra persona, Nahuel, a día de hoy permanece en la cárcel.

A todas las personas se aplica la Ley Anti-terrorista  y se les acusa de “pertenencia a organización terrorista”, haciendo referencia a las siglas G.A.C. entremezclándolas con las iniciales F.A.I.-F.R.I.

Estos acontecimientos represivos han supuesto más de 150.000 euros en el pago de fianzas, abogados, peculios, visitas, etc. a todos los anarquistas y solidarios que han querido aportar en todos estos procedimientos. A parte, han supuesto el inicio de uno de los mayores episodios represivos hacia las ideas anarquistas en los últimos años y se ha saldado con más de 42 personas detenidas con la ley anti-terrorista, 15 personas habiendo pasado por la cárcel y las consecuencias políticas y de fragmentación que conllevan golpes represivos como estos.

Lo que podemos concluir de esto es que, como ya sabíamos, la represión es una parte inherente de nuestra lucha y aprender de estas experiencias nos ayudará a reafirmarnos y a enfrentar la represión con la cabeza bien alta.

No son tiempos de lamentos, lo que nos espera debe de ser encarado con ánimo de seguir luchando y con perspectiva a levantarnos para seguir caminando siempre hacia adelante.

SI NOS BUSCAN PUERTA A PUERTA, RESISTIREMOS CODO A CODO.

Muerte al Estado y viva la anarquía