Tras todos estos meses de cierta inestabilidad en nuestro movimiento y tras bastante tiempo pendientes y centrados en todo lo relacionado con la represión, creemos que una parte vital de dicha respuesta son las ganas de seguir luchando y reparando todo el daño que las detenciones han podido crear. Una forma que creemos vital es el humor a través del cual queremos quitarle hierro, al menos por momentos, a las dificultades para superarlas y afrontarlas de otra forma y para mostrarnos sonrientes frente al enemigo.
A través de una jornada como esta y sin intención ninguna de banalizar lo desgastante y dura que puede ser la represión y la clara intención que tiene como propósito de hacernos desaparecer, vemos necesario darle una vuelta en un día como hoy para seguir luchando y respondiendo de con rebeldía y alegría.
Quieren personas asustadas, paralizadas y tristes; desorganizadas y aisladas. Que sintamos el temor y la incertidumbre. Que suframos el hostigamiento y la persecución; nuestras intimidades invadidas, pensando que tenemos mil ojos encima. Disfrutarían viendo como borramos nuestras sonrisas de nuestros rostros y nos convertimos en seres sumisos y atemorizados. Pero sabemos que para acabar con las ganas de reír no basta con reprimir. No basta con amedrentar. No se consigue con la persecución.